miércoles, 11 de abril de 2012

algunas notas actualizadas sobre "Cuarto Poder: los medios en la sociedad de la información"

 

Tras su paso por festivales de Argentina, España, Reino Unido, Cuba y Brasil, es ahora, cuando se celebra el décimo aniversario del fallido golpe de Estado que en  abril de 2002 derrocó durante unas horas al presidente venezolano, Hugo Chávez, el mejor momento para que Cuarto Poder: los medios en la sociedad de la información llegue a Internet.


Cuarto Poder es un análisis de los medios de comunicación y de su función social, que indaga en conceptos como la libertad de expresión, el derecho a la información, la deontología informativa, la manipulación y la creación de opinión pública. 


 
Está generalmente asumido que los medios se encuentran profundamente politizados a izquierda y derecha. A pesar de ello, hay, sin embargo, algunas personalidades, acontecimientos y procesos sobre los que los medios, de izquierdas y derechas, coinciden de manera unánime en su tratamiento informativo.

Quizás, la más obvia de estas coincidencias sea el modo en que se informa de los cambios políticos y de los procesos de transformación social y económica que, desde hace ya algunos años, se vienen dando en América latina.

Fue la necesidad de comprender estas coincidencias, precisamente, lo que nos llevó a poner el marcha Cuarto Poder: los medios en la sociedad de la información.

La perspectiva materialista de la que partíamos nos obligaba a analizar los medios de comunicación en la doble vertiente, económica e ideológica, que les confiere su carácter de empresas de la comunicación y la cultura. Es decir, de organizaciones  maximizadoras de beneficios, por un lado, y creadoras y transmisoras de corrientes de opinión y de valores morales, por otro.

Era necesario, por tanto, establecer empíricamente cuáles eran, en el momento de llevar a cabo la producción del documental, los principales grupos mediáticos en España, las causas objetivas que habían conducido a su consolidación y los vínculos directos – orgánicos – entre éstos y otros grupos empresariales con actividades en sectores distintos.

Este enfoque suponía correr un riesgo importante: que los datos empíricos que dibujaban el panorama mediático español en el momento de realizar el documental cambiaran, como no podría ser de otra forma, como resultado de los cambios en la coyuntura económica y de las decisiones empresariales de cada uno de estos grupos.

Así, por ejemplo, justo unos días después de terminar de montar, PRISA fue adquirida por un grupo de inversión norteamericano que vendió su negocio de televisión en abierto a Telecinco. Más recientemente, Planeta ha ampliado su presencia en el sector audiovisual con la adquisición de la Sexta.

Estos cambios, lejos de restarle actualidad, han venido a confirmar lo que Cuarto Poder apunta en su análisis: la existencia de una fuerte tendencia a la concentración de capital dentro de la industria mediática y a su fusión con otros capitales, posible, entre otras cosas, gracias a la connivencia de los poderes legislativos y agudizada por la crisis económica.

Esta agudización de la concentración de capitales en busca de ganancias en competitividad, como manda la jerga, se traduce en más despidos, más inseguridad laboral, más precarización de las condiciones de trabajo y, en el caso particular de la industria mediática, en una mayor degeneración, si cabe, de las informaciones que consumimos y que, por mucho que nos pese, dan forma a las opiniones, las actitudes y las decisiones que hacen de las personas ciudadanos.

Existe una profunda contradicción, como pudimos constatar con las entrevistas a pie de calle, entre el sentimiento de descrédito y rechazo hacia los medios de comunicación existente entre el común de los mortales y nuestra dependencia de estos mismos medios para hacernos una idea inteligible del mundo que nos rodea.

Intuimos, sospechamos, sabemos que los medios “mienten” y “manipulan”, pero construimos nuestra percepción del mundo con los materiales contaminados que nos suministran. 

Las entrevistas a pie de calle muestran una opinión unánimemente negativa del presidente venezolano, Hugo Chávez, sin más argumentos que un “no me gusta”, “es un payaso” o “es un dictador”. Este hecho, que puede parecer anecdótico o fruto de un supuesto desinterés entre la gente, revela de una manera gráfica y concreta el papel de los medios de comunicación de masas como creadores de adhesiones y rechazos irracionales, mediante el uso de contenidos que, muy a menudo y tal y como se hace patente en Cuarto Poder, están construidos con elementos que parecen sacados directamente de un manual de propaganda de guerra.

Uno podría pensar que la opinión que los habitantes del Estado español puedan tener de Hugo Chávez, Rafael Correa o Evo Morales, por ejemplo, es algo totalmente irrelevante; y sería así de no ser porque sobre nuestra mansa opinión se urden y forjan guerras, intervenciones militares y golpes de Estado.

Cuarto Poder: los medios en la sociedad de la información es el primer trabajo del Colectivo Audiovisual Tres y Un Perro.

Puedes verlo gratuita e íntegramente en nuestra web www.tresyunperro.com/ver_pelicula.html